El presidente Evo Morales llegó ayer a Sabaya, punto crítico del contrabando. En ese poblado, en Oruro y en la frontera con Chile, pidió a los comunarios no colaborar con la introducción de mercadería ilegal desde el lado chileno. Los pobladores no aplaudieron el pedido mientras el mandatario ratificaba que este flagelo mueve $us 1.000 millones al año y de esa cifra, detalló, que 400 millones afecta al Estado.
"Espero no se molesten y tampoco porque hablo de contrabando me den voto castigo, pero es nuestra obligación, todos (debemos) cuidar nuestra economía, estamos obligados a denunciar, informar y comunicar, porque nos hace daño económicamente", dijo Morales en el municipio de Sabaya.
Además, recalcó que el poder económico de Chile se beneficia con el contrabando y que desde esa nación ingresa el 70 % de la mercadería ilícita a Bolivia. También ratificó que este flagelo mueve 1.000 millones de dólares al año y de esa cifra, dijo, 400 millones afectan directamente al Estado.