El presidente Evo Morales acusó ayer a altos funcionarios chilenos de pretender intimidar y humillar a Bolivia, pero aseguró que su país no guardará silencio hasta volver al mar con soberanía.
Morales activó una intensa campaña en su viaje a Nueva York y Bélgica sobre la demanda marítima, al plantear los problemas que tienen los países sin litoral y sin acceso a los océanos. El mandatario entregó el Libro del Mar. Por ejemplo, al secretario general de la ONU, António Guterres.
La relación entre Bolivia y Chile no atraviesa por su mejor momento, no solo por la demanda marítima, sino por la detención de nueve bolivianos que están en la cárcel de Alto Hospicio y ahora por un paro en el puerto de Iquique, que duró 10 días con graves efectos económicos.
NUEVE DETENIDOS
El presidente Morales pidió ayer a la comunidad internacional interceder para la liberación de los nueve bolivianos detenidos en Chile, desde el 19 de marzo.