Al menos unas 15.000 personas resultaron afectadas en la localidad ecuatoriana de Quinindé tras el “peor” derrame de petróleo de la última década registrado en esa región costera y que ha contaminado al menos cinco ríos, según el alcalde Ronald Moreno.
Las primeras pesquisas indican que un deslizamiento de tierra causado por las fuertes lluvias dañó una tubería del estatal Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) la semana pasada, y provocó la fuga de decenas de miles de barriles de crudo, que llegó hasta afluentes que atraviesan la provincia de Esmeraldas (fronteriza con Colombia y a orillas del Pacífico).
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“Nosotros estamos afectados con 4.500 familias, es decir, alrededor de 15.000 ciudadanos que en este momento prácticamente no pueden ni respirar”, explicó el alcalde Ronald Moreno en una entrevista con el canal Ecuavisa. De esas familias, unas 2.000 están asentadas en las riberas de varios ríos, que lucen manchas negras y aceitosas.