El grupo islamista palestino Hamás está ganando adeptos en la Cisjordania ocupada, en lugares como el campo de refugiados palestinos de Nur Shams, en Tulkarem, donde cada vez más jóvenes se ven seducidos para unirse a milicias locales inspirados por las acciones del grupo que gobierna en Gaza.
La violencia ha aumentado en el último año en Cisjordania hasta alcanzar cotas no vistas desde la Segunda Intifada (2000-2005), pero en las últimas dos semanas, desde el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre contra Israel, que dejó 1.400 muertos en suelo israelí y 220 rehenes que fueron llevados a Gaza, se ha desbordado completamente.
Vecinos de Nur Shams indicaron a EFE que las redadas nocturnas del Ejército israelí son a diario, desde antes incluso del inicio de la guerra entre Israel y Hamás.
La peor fue la semana pasada, cuando trece personas murieron en una incursión de Israel que duró 27 horas entre el jueves y el viernes y para la que usó helicópteros y un dron.
Las milicias y su poder de atracción
El deterioro de la situación en el último año ha hecho que hayan aparecido en lugares como Nur Shams, facciones que antes no estaban presentes, como Hamás.
Cuando uno camina por las calles estrechas del campo, muchas de ellas sin asfaltar, se aprecian banderas de la milicia Yihad Islámica y de su brazo armado Saraya al Quds, así como de la Brigada Al Aqsa, considerada la parte armada de Fatah.
“Y también está aquí Hamás, con la Brigada al Qasam”, detalló a EFE Yusuf, un agente de la policía palestina, quien precisó que esos grupos surgieron en el último año.
De hecho, en los últimos doce meses ha emergido en la zona la Brigada Tulkarem, que aúna todas esas milicias y que está integrada por los jóvenes del campo. La mayoría de ellos no tienen ni oficio ni beneficio, ya que apenas hay trabajo y quienes podían cruzar a Israel antes del comienzo de la guerra con Hamás ahora no tienen permitido hacerlo.
Son jóvenes como Mohamed, de 15 años, el hijo de Yusuf que en julio pasado fue herido en una pierna por un disparo israelí mientras estaba de pie junto a su vivienda. Tales fueron las heridas que le tuvieron que amputar la pierna.
El ataque no se quedó ahí porque, según el policía, les vandalizaron la casa “y se llevaron todo, dinero y joyas de oro” que tenían guardadas por la boda de su hija.
Fue la unidad Duvdeban, afirmó el agente palestino, en referencia a un grupo de las fuerzas israelíes conocido por desarrollar operaciones encubiertas en zonas urbanas de Palestina, mezclándose entre la población local.
No muy lejos de la casa de Yusuf, Mohamed está sentado en un sofá plantado en la calle con sus amigos, un grupo de jóvenes del campo vestidos de negro y con fusiles. Son los miembros de la Brigada Tulkarem.
El cabecilla, el chico más alto de todos, aseguró a EFE que “hay mucha violencia” en el campo y que en la brigada están “la mayoría de los jóvenes” del área.
Preguntado sobre qué opina de las acciones de Hamás no titubeó: “Estamos con Hamás, estamos de acuerdo con lo que hizo”, sentenció.
Unidad contra Israel
Esta opinión es compartida por todas las personas con las que EFE habló en el campo. Muchos no son miembros de Hamás, aclararon, sino que ven la necesidad de que las milicias palestinas superen sus diferencias y estén unidas frente al enemigo común, Israel.
En el cementerio de Nur Shams, hay tumbas nuevas, son de diez de los trece fallecidos en el ataque israelí contra el campo entre el jueves y el viernes pasado. Un número de víctimas que los más veteranos de Nur Shams no habían visto antes.
Por el camposanto pasa en dirección al centro del campo Ayhan, quien estuvo 15 años en una cárcel israelí acusado de “terrorismo”, aunque subrayó lo suyo fue “resistencia” frente a Israel.
Ayhan, quien salió hace dos años de prisión, es tajante cuando se le pregunta por el panorama actual ante la guerra entre Israel y Hamás. “Es negro, negro, negro… Aquí es imposible vivir”, destacó.
Este veterano de la Brigada Al Aqsa consideró que “todos los palestinos, de todas las facciones” tienen que estar juntos ahora.
En Nur Shams “está la Brigada Saraya al Quds, también están Fatah y Hamás, y todas están juntas en la Brigada Nur Shams, que genéricamente es la Brigada Tulkarem”, precisó.
Lamentó que los jóvenes, debido a la situación de seguridad y la falta de perspectivas de futuro, se unan a la lucha contra Israel, pero, recordó, “el jueves y el viernes hubo 13 muertos, muchos de ellos chicos del barrio”.
Unas perspectivas que se repiten en otras partes de Cisjordania, donde en la última semana se han visto banderas de Hamás en manifestaciones de palestinos, una tendencia que tiene visos de seguir creciendo.
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