Un supremacista blanco mató este sábado a tres personas en la ciudad de Jacksonville, en el norte del estado de Florida, antes de suicidarse, según han confirmado las autoridades locales y más tarde el gobernador de Florida Ron DeSantis.
El asesino utilizó un fusil largo y una pistola de marca Palmetto en la que había pintado una esvástica, de acuerdo a una imagen mostrada en una rueda de prensa por el alguacil T.K. Walters, quien precisó además que había dejado en su casa “un manifiesto” con mensajes de odio y que los asesinatos tenían “motivos raciales”.
El gobernador de Florida emitió una declaración de condena de los hechos y dio a entender que los muertos eran de raza negra al explicar que el asesino “eligió a las víctimas según su raza, algo totalmente inaceptable”, antes de “elegir la salida de los cobardes y dispararse él mismo en lugar de afrontar las consecuencias de su acto”.
“Es un día oscuro en la historia de Jacksonville. No hay lugar para el odio en esta comunidad”, dijo el alguacil al dar a conocer los primeros detalles y mostrar las armas utilizadas por el asesino.