Unas 300 familias de población afrocolombiana e indígena han tenido que salir de sus casas, víctimas de desplazamiento forzado, en la zona del río San Juan, en el selvático departamento del Chocó (noroeste de Colombia), por los enfrentamientos armados entre el Clan del Golfo y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Se trata de 1.500 personas llegadas en los últimos días a las cabeceras de Istmina y Nóvita, desde el San Juan, un río cuyas comunidades se ven expuestas constantemente a los enfrentamientos entre grupos y a su control, reportó ayer la Defensoría del Pueblo.
“Estamos acompañando a las comunidades chocoanas de Charco Largo, Barrancón, Barranconcito, Charco Hondo, en zonas apartadas de Sipí, que fueron desplazadas hacia la cabecera municipal de Istmina; y a las comunidades de Santa Bárbara, Cajón, San José y Torrá... ”, informó el defensor del Pueblo, Carlos Camargo (foto).