La Confederación General del Trabajo (CGT) contabilizó este martes alrededor de 450 mil manifestantes en el marco de la décima huelga general contra la aprobada reforma de las pensiones en Francia, cifra que ha sido rebajada por las autoridades hasta las 93 mil personas.
Estos números representan, por tanto, una participación decreciente, ya que en la última jornada de huelga general, celebrada el jueves pasado, los sindicatos registraron al menos a 800 mil manifestantes frente a los 119 mil contabilizados por las autoridades francesas.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, precisó ayer ante la Asamblea Nacional que tiene “total confianza” en la Policía francesa, que desplegó hasta 5.500 agentes en las calles de la capital.
Por el momento, la institución del orden de Francia logró detener a 23 personas en París y efectuño hasta 10 mil controles al margen de la manifestación, que transcurrió con normalidad, aunque en algunos puntos se presentaron incidentes entre manifestantes y policías, según informaron medios locales.
Las protestas también se produjeron en otras ciudades de Francia, como en Lyon, donde la Policía dispersó a los manifestantes –hasta 12.500, según cifras de la prefectura– con gases lacrimógenos y cañones de agua.