Las autoridades brasileñas planean hundir un antiguo portaaviones francés que estaba fuera de servicio y deambuló durante meses en el Atlántico, una decisión criticada por organizaciones ambientales que afirman que la embarcación está llena de materiales tóxicos.
La decisión es polémica: la vieja embarcación de 266 metros de eslora, descrita como “un paquete tóxico de 30.000 toneladas” por la organización francesa Robin des Bois, está llena de amianto, pinturas y otros desechos tóxicos, según varias ONG.
Pero la Marina y el Ministerio de Defensa de Brasil anunciaron la noche del miércoles que no había otra opción debido a su mal estado y tras no haber encontrado un puerto que lo recibiera. De lo contrario, “un hundimiento espontáneo” del casco era inevitable, señalaron.