
Tres manifestantes murieron el jueves durante una nueva jornada de protestas en Sudán contra los militares que llegaron al poder con un golpe militar hace más de dos meses, de acuerdo con reportes de médicos y testimonios.
Los tres manifestantes murieron por disparos "de las fuerzas golpistas", según el Comité Central de Médicos, una asociación independiente.
Dos de ellos murieron en la ciudad de Omdurman, frente a la capital Jartum, uno por un disparo en la cabeza y el otro en la pelvis. El tercero murió en el norte de Jartum tras recibir tiros en el pecho, detalló la organización.
Los médicos también informaron de que más de 300 personas habían resultado heridas por munición real, balas de goma y gases lacrimógenos.
Un total de 60 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad desde el golpe de Estado del 25 de octubre de 2021, según los médicos.
Ese golpe, encabezado por el jefe del ejército, el general Abdel Fattah al Burhan, puso fin a la transición hacia un gobierno civil pleno, casi dos años después de la caída del dictador Omar al Bashir, que llevaba tres décadas en el poder.
El primer ministro y rostro civil de la transición, Abdalá Hamdok, fue primero detenido y luego reinstalado por el general Burhan un mes después del golpe.
Pero el 2 de enero dimitió tras una jornada de manifestaciones violentamente reprimidas.
- "No nos detendremos" -
Este jueves, miles de sudaneses salieron nuevamente a protestar contra el gobierno militar.
A pesar de la mortal represión, la Asociación de Profesionales de Sudán, que encabezó la revuelta contra al Bashir en 2019 y lo hace contra el ejército desde el golpe de Estado de octubre, ha convocado nuevas manifestaciones para exigir un gobierno civil pleno.
"Seguiremos manifestándonos hasta que consigamos que nuestra revolución y el gobierno civil vuelvan a la normalidad", afirmó Mojataba Hussein, un manifestante de 23 años.
"No nos detendremos hasta que recuperemos nuestro país", dijo la manifestante de 22 años Samar al Tayeb.
Según testigos, las fuerzas del orden lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes que avanzaban hacia el palacio presidencial y la sede del Ejército en Jartum.
"No hay interés en prolongar el vacío estatal", dijo el jueves Taher Abouhaga, uno de los asesores de Burhan, citado por la agencia oficial de noticias Suna.
"Este vacío debe llenarse lo antes posible", añadió, sugiriendo que el gobierno se estaba preparando para nombrar un nuevo primer ministro.
Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y Noruega pidieron el martes a los militares que no nombraran a un nuevo jefe de gobierno de manera unilateral.
Esto "socavaría la credibilidad" de las instituciones de transición "y correría el riesgo de sumir al país en el conflicto", advirtieron.
El miércoles, el jefe de la diplomacia estadounidense Antony Blinken pidió en un mensaje en Twitter a los policías que "dejen de usar la fuerza letal contra los manifestantes".
El general Burhan aún promete celebrar elecciones en julio de 2023.
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