El caso del periodista Omar Radi, que está siendo juzgado en libertad condicional por injurias a un magistrado a raíz de un comentario en Twitter, hizo que aumente la inquietud en la sociedad civil por las restricciones a la libertad de expresión en las redes sociales.
Radi compareció ayer ante el Tribunal de Primera Instancia de Casablanca, a unos 100 kilómetros al sur de Rabat, acompañado por sus abogados, antes de que el juez decidiera aplazar el caso hasta el próximo 5 de marzo para permitir a los letrados preparar su defensa.
Fue acusado de "injurias a un juez" por un comentario que publicó en abril pasado en Twitter en el que criticó las penas en apelación de hasta 20 años de cárcel contra activistas rifeños del Hirak, movimiento de protesta social surgido en 2017 en la región del Rif.