
Nuevos bombardeos del Ejército sirio y de su principal aliado, Rusia, causaron la muerte de al menos seis personas ayer en la provincia septentrional de Idlib, última zona del país controlada por los rebeldes, donde la violencia aumentó esta semana y afectó a varios centros sanitarios.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó de la muerte de seis personas ayer, en ataques de la aviación rusa y siria contra poblaciones de Idlib, incluida una niña y un combatiente del Organismo de Liberación del Levante.
Esa alianza armada, cuyo principal integrante es la exfilial siria de Al Qaeda, controla amplias partes de Idlib y es considerada terrorista por las autoridades de Damasco y Rusia, que actúa en Siria en apoyo del presidente Bachar al Asad.