PARÍS. Las inversiones extranjeras en el mundo se hundieron un 27 % en 2018 con respecto al año anterior, al nivel más bajo desde 1999, sobre todo por el efecto de la reforma fiscal en Estados Unidos, que motivó una repatriación masiva de capitales por sus empresas.
Según explicó ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos en su informe anual, los flujos de inversión extranjera se quedaron el pasado año en 1,097 billones de dólares.