GINEBRA. Unos 2.1 millones en la ciudad de Idlib (noroeste), uno de los últimos reductos de grupos rebeldes e islamistas en Siria, necesitan ayuda y 1.4 millones han tenido que marcharse, destacó ayer en Ginebra Najat Rochdi, asesora para temas humanitarios del enviado especial de la ONU para Siria.
"El conflicto continúa en algunas zonas y en Idlib se corre el riesgo de que alcance niveles de catástrofe humanitaria", señaló la experta.