
Mientras en la capital potosina los diferentes alimentos e insumos de limpieza y otros suben de precio, nadie frena el contrabando de los productos bolivianos hacia territorio argentino.
Vecinos de la ciudad fronteriza de Villazón informaron a El Potosí que, si bien se colocó control militar en la zona, el mismo no es permanente y los soldados serían sucesibles a dejar pasar los productos a cambio de algún beneficio.
La gente con la que se tomó contacto indicó que tanto en el lado boliviano como argentino los controles de militares y gendarmes no son permanentes por lo que la salida de artículos nacionales hacia territorio argentino es fuerte.
El dirigente del transporte de Villazón, Santos Chávez, reportó que contrabando de Bolivia hacia el vecino país se mantiene en un alto nivel debido a que en Argentina los precios de los alimentos y otros insumos son más altos que en nuestro territorio.
Consultado sobre el tipo de productos que se está llevando a Argentina, indicó que, de todo. Los argentinos suelen llevar carne, huevo, aceite, fideo, fruta, verdura, papel higiénico pañales y otros.
Un vecino que pidió no ser identificado destacó que la gente que trabaja con los bagayeros está sacando de Bolivia diferentes productos incluso hasta celulares porque tienen la opción de vender al otro lado en mayor precio.
OJO DE AGUA
La mayoría de los productos sale por el río lo que se denomina “pasos no habilitados” para lo cual se cuenta con personas que se dedican a realizar el traslado de mercancía y gente en una especie de coches de fierro.
Pasan por el río y los productos se acumulan al otro lado para posteriormente ser llevados en camiones a las diferentes regiones del vecino país.
Más arriba del puente existe un lugar denominado “Ojo de agua” donde el río es más bajo y los argentinos ingresan con camionetas que son llenadas de productos para rápidamente salir rumbo a su país.
Allí el paso de los productos es más rápido que en la parte de abajo porque se maneja un mayor volumen colocando una camioneta boliviana al lado de una argentina para pasar la mercadería de una forma vertiginosa.