
Entre el 70 y el 80 por ciento de los ciudadanos argentinos que llegan a Bolivia lo hacen por pasos no autorizados en la ciudad fronteriza de Villazón, según informó el director departamental de Migración en Potosí, Juan Carlos Olguín.
“Es significativo. Este ingreso irregular es eventual y responde principalmente a las compras que realizan los ciudadanos argentinos”, señaló Olguín, al explicar que la mayoría aprovecha la diferencia cambiaria y el precio más bajo de productos bolivianos para abastecerse en masa.
Cada día, al menos 5.000 personas cruzan la frontera hacia Villazón con fines comerciales. Actualmente, con solo 16 Bolivianos se pueden obtener 1.000 pesos argentinos, lo que convierte a la ciudad boliviana en un punto estratégico para el comercio informal.
A pesar de que las autoridades bolivianas y los gendarmes argentinos socializan la necesidad de utilizar el puente internacional Horacio Guzmán para el ingreso regular, la mayoría de los visitantes sigue optando por pasos ilegales.