
Las intensas lluvias que golpean a la Villa Imperial no solo causaron estragos en la ciudad, sino que también aceleran el deterioro de su invaluable patrimonio arquitectónico.
Varias casonas coloniales, construidas en la época de auge de la Villa Imperial, comenzaron a colapsar debido a la humedad que debilita sus estructuras de adobe y teja.
Tras noches de intensas precipitaciones, al menos tres viviendas antiguas sufrieron el desplome parcial de sus techos, esparciendo escombros en las calles. Una de ellas, ubicada en la calle Tarija, había sido abandonada por sus propietarios, lo que agravó su estado de vulnerabilidad.
Otro inmueble en calle Junín, entre Ingavi y Omiste, también colapsó más que el primero. Solo queda una estructura gravemente deteriorada que incluso su cubierta fue tapada con una carpa azul. Casi el 80 por ciento de su tejado se desplomó y sus propietarios fueron citados a la Alcaldía.
Es más este inmueble probablemente ya no pueda refaccionarse y quizá sea destruido por completo; sin embargo, las autoridades de Patrimonio definirán su situación.
Otro edificio colonial afectado fue el que se encuentra próximo al templo de Santo Domingo y como ese son varios más los que enfrentan alto deterioro.