Potosí enfrenta una posible amenaza inminente: una crisis de agua. La situación, ya crítica, se ha visto intensificada por la salida abrupta de Wilhelm Piérola, quien hasta hace pocos días fungía como gerente interino de la Administración Autónoma Para Obras Sanitarias (Aapos).
En un momento en que cada gota de agua cuenta, Aapos se ha quedado sin cabeza visible, aumentando el temor por falta de suministro de agua.
El alcalde Jhonny Llally, en un intento por calmar las aguas, negó que Piérola haya sido destituido, afirmando que su interinato simplemente llegó a su fin tras casi seis meses de gestión.
Sin embargo, el vacío de poder en Aapos hasta anoche ha dejado a la empresa sin rumbo, mientras que vecinos de algunas zonas de la ciudad reclaman por la falta de agua.
Llally prometió que en las próximas horas se nombrará una nueva autoridad interina, pero la incertidumbre y el temor entre la población ya están sembrados.
La gestión de Piérola, marcada por la probable inacción ha sido duramente criticada. Llally no ocultó su descontento: "No hemos tenido un buen trabajo" y las juntas vecinales han levantado numerosas observaciones por las constantes fallas en el suministro de agua.
El proyecto de avanzar en la impermeabilización de las lagunas del sistema Kari Kari, que sufren filtraciones críticas, es solo uno de los muchos síntomas de la posible crisis que se avecina.