Uno de los muros perimetrales del templo de Jerusalén se desmoronó ayer como remate de una controversia entre la parroquia y una de las vecinas a ese monumento religioso.
El derrumbe se produjo justo cuando el párroco, Nazario López, estaba oficiando misa. Como el muro está frente a la portada del templo, su derrumbe no causó daños personales y, cuanto más, enterró herramientas de las obras de mantenimiento que se estaba realizando.
El presbítero López dijo que ya se estaba realizando trabajos de mantenimiento debidamente autorizados por la Dirección de Patrimonio de la Alcaldía; sin embargo, surgió una controversia ya que la vecina del inmueble colindante, cuyo nombre no proporcionó, reclamó por considerar que el muro era parte de su propiedad. Debido a eso, los trabajos se paralizaron a la espera de que Patrimonio dilucide la controversia.