"Yo no dependo de la suerte, yo dependo de un Dios grande, fuerte y poderoso": esa es la leyenda que aparece en el último mensaje que Oswald Josué Fhilco Montenegro publicó en su cuenta de Facebook y lleva la fecha del 7 de marzo de este año. Ese mismo día, este hombre, autoproclamado "cristiano radical", asesinaría a golpes a su esposa, Pamela Rocha Sanabria, y, en un intento de hacer desaparecer el cadáver, intentaría descuartizarlo, cortándole primero lo cabeza. Pero ni la suerte ni "su" Dios, ni su fuga a Argentina, evitaron que sea capturado y extraditado a Bolivia.
El 15 de marzo, Fhilco fue detenido en el hospital Castex, en el distrito bonaerense de San Martín.
Lea aquí cómo fue detenido el acusado
Este 24 de mayo, tras culminar los trámites de extradición, la Gendarmería Argentina lo entregó a la Policía Boliviana en su sede del Escuadron de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales. El propio comandante departamental de la Policía de Potosí, coronel Bernardo Isnado, fue hasta Buenos Aires a traerlo, en compañía del secretario del comando, el teniente coronel Limbert Choque. Los dos aparecen en una de las fotografías del extraditado a quien se ve notoriamente cambiado desde sus últimas fotografías, las de su detención.
Cuando fue detenido, el acusado de feminicio tenía el cabello negro, y miraba de frente a la cámara, todavía con alguna seguridad. En las fotos que la Policía Boliviana publicó ayer se lo ve cabeizbajo y con el cabello canado. No faltó algún medio de prensa que señaló que su cabello estba "platinado"; es decir, teñido a propósito. En estas gráficas, el detenido dista mucho de ser el hombre soberbio que publicaba mensajes desafiantes en sus redes sociales, y muchos de ellos ofensivos para su esposa, Pamela, a la que finalmente le quitó la vida.
Luce un chaleco antibalas y la barba sin afeitar. Parecería que trata de causar pena. En la carta que mandó al Juzgado Federal y Correccional de San Martín, que atendió la demanda de extradición, decía que no quería volver a Bolivia porque temía por su seguridad ya que, según él, la familia de su víctima tiene gran influencia en nuestro país. Posteriormente, dio su consentimiento para su extradición, con lo que se viabilizó el trámite.
Tras su entrega, Isnado, Choque y el extraditado debían abordar un vuelo con destino a Bolivia. Hasta el momento de redactar este reporte, no se conocía la hora de su ingreso al país,
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