Una persona de 40 años perdió la vida sepultada y su cuerpo se mantuvo así por 168 horas hasta que fue rescatado. Su nombre era Norberto G. El hombre había salido a pastar sus animales con sus dos perros, pero nunca regresó a su casa. Solo un can había vuelto al inmueble donde le alimentan.
Ese raro suceso llamó la atención de sus familiares. Esperaron y esperaron a que llegue y nunca llegó. Ya entonces era buscado por comunidades aledañas por sus familiares.
Por ello, las autoridades originarias decidieron participar de la desaparición a la Policía. Casualmente por esa zona estaba un subteniente y personal de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Betanzos investigando un posible delito de violación.
Ahí, en la comunidad de Wirufaya, cantón Poco Poco, de la jurisdicción municipal de Betanzos, provincia Cornelio Saavedra, había desaparecido Norberto el 5 de mayo. La búsqueda se intensificó, pero fue infructuosa. El hombre no era habido.
Al respecto de la desaparición, el secretario del Comando Departamental de la Policía, Limberth Choque, afirmó que el cuerpo fue rescatado el jueves. Comentó que el hombre había sido sepultado por un alud que se produjo a orillas del río Pilcomayo.
Después de horas de excavar la tierra, con ayuda de maquinaria pesada de la alcaldía de Betanzos, el cadáver de Norberto fue encontrado junto a su can. Los restos fueron entregados a sus familiares para que brinden el ritual de sepultura. Choque afirmó que la causa del fallecimiento del ciudadano fue por aplastamiento, asfixia.
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