Enrique Escobar Quispe, de 42 años, era un interno de la cárcel de Cantumarca que murió en la mañana de este sábado por heridas de arma punzocortante, informó la fiscala departamental de Potosí, Roxana Choque.
Escobar era conocido como "el Ch'ajas" en el submundo del hampa y la Policía lo había arrestado varias veces. El juez de ejecución de penas, Héctor Gomez, informó que el fallecido cumplía una sentencia ejecutoriada de siete años de cárcel por robo agravado y estaba a punto de cumplir su condena.
Su asesino es Caiki Lima Silva, brasileño de 22 años, que fue trasladado de la cárcel de El Abra y ha confesado el crimen. Dijo que mató a "el Ch'ajas" porque lo responsabiliza de una pintada o graffiti que apareció en una de las paredes del penal. El mensaje decía "maricones putos ASC".
Gómez señala que las investigaciones señalan que ASC es el nombre o sigla de la agrupación de Lima, una organización criminal con la que él y sus supuestos cómplices habrían cometido varios crímenes. Caiki, alias "el Brazuco", fue acusado de cinco delitos, pero todavía no tiene sentencia ejecutoriada. Este crimen se sumará a su larga lista de acusaciones. Hasta antes de que la cuarentena paralizara todo en el país, se tramitaba su traslado a Chonchocoro.
Los informes recogidos por Gomez son los que permiten armar preliminarmente lo sucedido:
EL CRIMEN
Cuando "el Brazuco" vio el letrero, enrojeció de ira, pero se contuvo.
"Maricones putos ASC", decía. La falta de comas no impedía entender el mensaje.
Adentro, entre rejas, hay códigos, hay reglas y estas se cumplen a rajatabla. Hay cosas que no se hacen... hay cosas que no se dicen... Si la falta es muy grande, el castigo podr{ia ser la muerte. "Maricones" y "putos" son insultos considerados muy ofensivos...demasiado ofensivos.
¿Quién pintó el graffiti? Adentro, entre rejas, todo se sabe porque donde no hay cámaras, hay ojos, hay oídos, o solo alguien con ganas de vengarse de alguien. Así que alguien lo vio pintar, o simplemente dijo que lo vio, y para Lima fue suficiente.
Con esa información, se armó de un cuchillo y fue a buscar al "Ch'ajas" al patio de la prisión. Lo pilló de espaldas, así que fue fácil clavarle una primera puñalada, lo suficientemente profunda como para inhabilitarlo.
Escobar no pudo reaccionar. Sintiendo asfixiarse, apenas pudo correr hasta la pared. "El Brazuco" fue tras él, lo tumbó y le asestó puñalada tras otra hasta que su víctima dejó de moverse. "Parecía un cernidor", dirían, después, los policías.
Adentro, entre rejas, no puedes escapar. Caiki Lima Silva simplemente se sentó para ver cómo los de verde verificaban que nada se podía hacer. "El Ch'ajas" estaba oficialmente asesinado.
Ya en su celda, "el Brazuco" admitió el crimen.
"Para qué jode", dijo, se recostró en su camastro y les dio la espalda al juez, al fiscal y a los de verde.
..........
Señor Lector, este es solo un reporte. La información completa está en la edición impresa de El Potosí.