Luego de años de silencio y secretismo, los descontentos fueron los que proporcionaron pruebas sobre el tráfico de influencias que existe entre algunos dirigentes de la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin) de Potosí y prácticamente todas las instancias de gobierno que están a cargo de la minería.
Una llamada teléfonica del cooperativista Zenón Choque al todavía presidente de Fedecomin, Carlos Porco, fue la alerta sobre lo que estaba pasando en el Cerro Rico. Choque es conocido en su sector como “Pato” y, al comenzar su llamada, se identifica como “Patito”. En esta comunicación, el cooperativista le cuenta a Porco que ha encontrado una camioneta realizando trabajos de carga de desmontes en el Cerro Rico, una actividad que es considerada ilegal por el Código de Minería y el Decreto Supremo 27787.
Pero esa no es la única revelación. En el audio, al que El Potosí tuvo acceso y en el que se cortó la parte en la que habla Porco, Choque habla de la extensión indiscriminada de “torna guías” y de la permisividad del ahora ex gerente regional de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Richard Arancibia, para la explotación de desmontes, como si fuera algo normal y cotidiano. “Torna guías” son las autorizaciones para trabajar en la cúspide del Cerro Rico, un sector prohibido por ley.
El audio es una de las pruebas que el Ministerio de Minería y Metalurgia ha presentado al Ministerio Público por instrucciones de su actual titular, Jorge Oropeza. El sábado, la Comibol instruyó la destitución de Arancibia y anunció una auditoría a los trabajos en el Cerro Rico. De inmediato, algunos cooperativistas reaccionaron anunciando que pedirán “la cabeza del ministro”.
Lea aquí la nota de las amenazas
Como consecuencia de esa denuncia, la oficina de Arancibia fue allanada con intervención policial. En su escritorio se encontró decenas de “torna guías”.
Debido al daño que le causan a su estructura, y por presión de la Unesco, desde 2003, el gobierno boliviano asumió acciones para proteger el Cerro Rico. Por eso es que la legislación reglamenta su explotación y prohíbe cualquier tipo de trabajos de la cota 4.400 hacia arriba; es decir, en la cúspide. De esa sector para abajo están permitidas las actividades mineras.
Lo que el audio confirma, y eso se respalda con la documentación encontrada en la oficina de Arancibia, es que la Comibol autorizaba trabajos incluso en la zona prohibida, vulnerando las leyes bolivianas.
hasta el momento de publicar la presente nota, ningún dirigente de Fedecomin había salido al frente para hacer aclaraciones o desvirtuar las denuncias. Desde mayo, cuando cooperativistas de base tapiaron el edificio de Fedecomin, Carlos Porco no responde a nuestras llamadas y este fin de semana no fue la excepción.
Este tema será presentado este lunes, en la edición impresa de El Potosí.
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Señor Lector, este es solo un reporte. La información completa está en la edición impresa de El Potosí.