En un ataque cuya responsabilidad todavía no se ha establecido, más de 30 personas que formaban parte de la primera caravana que se dirigía a La Paz resultaron heridas y fueron internadas en centros hospitalarios de Oruro cuando los buses retornaron hasta esa ciudad. Hasta el cierre de edición, El Potosí no confirmó desapariciones ni supuestas agresiones sexuales a mujeres.
La emboscada se ejecutó en las proximidades de Vila Vila, sobre el camino entre Oruro y La Paz. Al promediar las 09:00, los ocupantes de los buses fueron sorprendidos por pedradas que provocaron que los vehículos se detengan. En medio de una verdadera lluvia de piedras, y el ataque directo de personas que parecían campesinos, la mayoría logró bajar de los buses y corrió a ponerse a buen recaudo. En ese afán, algunos de los pasajeros fueron retenidos por los atacantes quienes los golpearon, les rasgaron la ropa e incluso desnudaron.
No solo hubo piedras sino también gases. El hecho llamó la atención de los potosinos porque esos elementos solo son manipulador por la Policía y esta no participó en el ataque por las razones que son de conocimiento público.
Los que lograron reagruparse más allá del lugar del ataque, apenas tuvieron tiempo para componerse. Bajo el fragor de los hechos, se dieron cuenta que faltaban muchas personas pero en ese momento no se podía saber cuántas. Se estimó que los desaparecidos eran alrededor de una decena pero no se podía confirmar nada porque los marchistas se habían dispersado.
Algunos, los que se quedaron y se defendieron, lograron capturar a una persona mayor que, una vez retenida, confesó que no acudió al punto de bloqueo por su propia voluntad sino a convocatoria de gente del Movimiento Al Socialismo (MAS) que le ofrecieron a él y a los suyos que les pagarían 50 Bolivianos por cada día de bloqueo.
Los integrantes de la caravana que fueron contactados por El Potosí señalan que el ataque duró hasta el mediodía. Más o menos a esa hora del día llegaron policías de Oruro que les escoltaron de vuelta a esa ciudad. A lo largo del trayecto, fueron permanente hostigados por gente que siguió arrojándoles piedras.
Al llegar a Oruro, los integrantes de la caravana fueron recibidos como héroes y se les entregó todo lo colectado por los habitantes de esa ciudad.
Ingresaron haciendo sonar las bocinas de los buses, con los vidrios rotos y al grito de "Potosí, Potosí".
LAS OTRAS
Tras conocer lo sucedido en Vila Vila, la indignación cundió en Potosí y todo el país, peor aún por los reportes de torturas y violaciones que no fueron confirmadas hasta el cierre de edición.