A cinco días de la huelga general indefinida por mayores beneficios por el litio, los productos alimenticios comienzan a escasear pese a la venta nocturna que realizan en algunas tiendas.
Las amas de casa solicitan que la Intendencia Municipal realice el control de precios en las diferentes calles de la ciudad porque algunas comerciantes habrían incrementado el precio de los diferentes productos, en especial las verduras y frutas.
Carmen Ventura dijo que se vio obligada a comprar una cuartilla de tomate en 18 Bolivianos pese a que la Intendencia Municipal reportó que el precio de ese producto era 12 Bolivianos.
La ama de casa indicó que algunas vendedoras están comercializando sus productos en diferentes sectores de la ciudad pero en precios muy elevados.
La mujer pidió a los dirigentes del comercio reflexionar a sus bases porque el paro no debe servir para que algunas personas ganen elevadas sumas mientras que el pueblo sufre por la falta de recursos ya que las movilizaciones limitan los ingresos de las familias.
Los comerciantes realizan control para que no se venda en los mercados y se cierren las tiendas a través de grupos de afiliados y en la zona mercado Uyuni ayer anunciaron que hoy se abrirá hasta el mediodía para que la gente se abastezca, aspecto que no pudo ser confirmado por los dirigentes cívicos.
Es probable que, como en el pasado, las ferias y mercados sean autorizados a realizar la venta de alimentos para que las familias no enfrenten un desabastecimiento.
TURISMO
La actividad turística viene sintiendo los efectos de la huelga general indefinida pues, si bien existe normalidad en los viajes de y hacia la Villa Imperial, los extranjeros no quieren llegar para no tener que sufrir dificultades durante su permanencia en esta ciudad patrimonial.