El París Saint Germain y el Inter Milán, verdugos en semifinales de Arsenal y Barcelona, respectivamente, disputarán el próximo sábado 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich una final de la Liga de Campeones inédita.
El conjunto italiano luchará por el título de la máxima competición continental por séptima vez con la intención de romper el equilibrio que tiene en su palmarés, con tres finales ganadas y tres perdidas.
Se impuso en sus dos primeras finales disputadas, en Viena ante el Real Madrid (3-1) en la campaña 1963-64 gracias al doblete de Sandro Mazzola y a la diana de Aurelio Milani, y en el propio Giuseppe Meazza ante el Benfica (1-0) en la temporada 1964-65 con un solitario gol de Jair da Costa y de nuevo con el argentino Helenio Herrera en el banquillo.
Aquel equipo de época volvió a disputar la final dos años después, en el curso 1966-67, en Lisboa ante el Celtic escocés, con el que cayó derrotado por 2-1 tras adelantarse en el marcador con un tanto de Mazzola y con una diana al final de Stevie Chalmers.
Un lustro después, en la temporada 1971-72, el Inter sucumbió en Rotterdam ante el gran Ajax (2-0) que abanderaba Johan Cruyff y que también marcó una época dorada. El “flaco” macó los dos goles del encuentro.