
El Barcelona logró su trigésimo segundo título de la Copa del Rey tras vencer 3-2 al Real Madrid en una final épica que se resolvió en la prórroga. El azulgrana dominó la primera mitad, adelantándose 1-0 con un gol de Pedri. En la segunda parte, el Real Madrid reaccionó, con la entrada de Kylian Mbappé, y logró darle la vuelta al marcador. La paridad se mantuvo hasta el final de los 90 minutos, lo que llevó a la prórroga.
Ante la presión constante del Barça, el equipo de Ancelotti, sin Mbappé ni Dani Carvajal, luchaba por conectar jugadas y no tuvo continuidad en su ataque. En la segunda mitad, con la entrada del francés, el Madrid mejoró, y un gol de Tchouaméni de cabeza en el minuto 77 dio la vuelta al marcador. Sin embargo, Ferran Torres empató para el Barcelona siete minutos después.
Cuando parecía que el partido se iba a decidir por penales, Koundé, con un golpe de astucia, anotó el 3-2 para el Barcelona a falta de cuatro minutos para el final de la prórroga. El gol llegó tras un buen pase y un error defensivo del Madrid, que no logró evitar el tanto. Durante este periodo, ambos equipos lucharon por ponerse arriba en el marcador, pero el Barça fue el más efectivo.
TENSIÓN Y ESTRATEGIA
El partido estuvo lleno de ocasiones, tensiones y algunas decisiones arbitrales polémicas, como un posible penal sobre Vinícius que se fue a los empujones contra los rivales y una jugada revisada por el VAR a favor de los azulgranas que tampoco fue cobrado como penal.