Tras tres derrotas consecutivas en la Premier League, el Manchester United logró rescatar un empate 2-2 ante el Liverpool en Anfield en un clásico inglés memorable. El equipo dirigido por Rúben Amorim, bajo presión por su mal inicio de temporada, necesitaba puntos para evitar más críticas por un pésimo registro de cuatro derrotas seguidas, lo que le puso dudas a su continuidad.
A pesar de las bajas temperaturas y la nieve que cubrió el estadio, el Liverpool dominó la primera mitad del encuentro. Alexis Mac Allister fue el principal referente y generó varias ocasiones claras de gol, pero se encontró con la solidez defensiva del United y las manos de André Onana, quien evitó un gol de Cody Gakpo.
A pesar de la presión, el United apeló a los contragolpes, especialmente aprovechando los errores de Trent Alexander-Arnold.
En el segundo tiempo, Lisandro Martínez adelantó al United al marcar un gol justo al comienzo, aprovechando una jugada de Bruno Fernandes. Sin embargo, la ventaja fue efímera, ya que el Liverpool empató rápidamente con un gol de Gakpo y luego se adelantó por un penal de Mohamed Salah tras una mano de Matthijs de Ligt. Con el 2-1 en contra, el United no se dio por vencido y Amad Diallo anotó el 2-2.