El Real Madrid, en un horrible partido, cayó en Anfield ante el Liverpool (2-0) y se alejó de los octavos de final de la Liga de Campeones. A falta de tres fechas, ocupa el puesto 24, el último cupo para el repechaje.
Con seis puntos de 15 posibles, el Real Madrid ya está inmerso en la peor fase de grupos de su historia en la Champions League. Para su fortuna, es también la más extensa, por lo que tiene tres partidos por delante para aliviar la herida y meterse, al menos, en la ronda extra de dieciseisavos.
Un premio, por llamarlo de alguna manera, insuficiente para el vigente campeón. El equipo que aún tiene la copa en casa, pero que juega como si no supiera lo que es levantar una “orejona”.
Porque una cosa es vencer a Osasuna y Leganés y otra es visitar Anfield ante el mejor equipo de Europa. Ese que logró, entre Premier y Champions, 46 de 51 puntos posibles. El optimismo de los de Carlo Ancelotti, que lo veían como una oportunidad para despegar una temporada hasta el momento tétrica, fue descuajeringado rápidamente por el fútbol de los de Arne Slot.