El Barcelona se proclamó este domingo campeón de LaLiga tras vencer al Espanyol en el RCDE Stadium en un derbi que se fisuró con el gol de Robert Lewandowski en el minuto 11 y que se resquebrajó con el 0-3 de la primera mitad (Alejandro Balde y otro del polaco) y con la diana de Jules Koundé tras el descanso.
El planteamiento local era discutirle el balón a los de Xavi Hernández y la receta colapsó. Los goles de Xavi Puado (1-4, min.73) y de Joselu Mato (2-4, min.92), anécdotas. El partido fue un monólogo del Barça, que no desaprovechó su oportunidad para atar el título, el 27 en sus ricas vitrinas. Los periquitos agotan peligrosamente sus cartuchos para salvarse.
El Espanyol avisó a los 13 segundos con un disparo, desviado, de Joselu. Pedri puso la réplica a los seis minutos tras una jugada de Koundé. Ambos conjuntos calentaban motores en un derbi que arrancó con altas revoluciones. De todos modos, el suspense duró poco en el feudo blanquiazul.
Lewandowski, en el minuto 11, picó con precisión una asistencia de Balde, que superó por velocidad a su marcador. El Barcelona subía escalones hacía el título. De hecho, aunque los blanquiazules no renunciaban a pelear por el balón, no llegaban a los dominios de Ter Stegen con claridad.
El derbi se pintó totalmente azulgrana pronto. En el minuto 20, Balde, de nuevo protagonista, puso el segundo de la noche. Superó la marca de Óscar Gil con sencillez, recibió un centro medido de Pedri, que desdibujó la defensa del anfitrión, y puso el 0-2 en el luminoso del RCDE Stadium.
El Barcelona era el dueño de la pelota y el Espanyol estaba encerrado en su campo. Los culés se gustaban en el verde blanquiazul y el anfitrión no enseñaba los dientes. El derbi parecía sentenciado y Lewandowski, otra vez y tras una asistencia de Rafinha, lo confirmó en el minuto 40.