
Finalizado el partido contra el Fiorentina (1-0), en el Diego Armando Maradona se dio el pistoletazo de salida a una ceremonia para celebrar la consecución del tercer “Scudetto” de un Nápoles que ya pasó a la historia.
Independientemente del resultado ante la “Fiore”, habría habido fiesta, pero el clima en la ciudad fue insuperable tras la victoria ante el conjunto “viola” con el tanto del nigeriano Victor Osimhen desde los 11 metros que le acerca a convertirse en el primer máximo goleador africano de la historia de la Serie A.
La fiesta no solo tuvo lugar en el estadio, sino que se celebró también por toda la ciudad, aunque de nuevo con los dos puntos claves de la celebración del jueves pasado, cuando se certificó el título: los aledaños del Maradona y la céntrica Plaza del Plebiscito.