
Campeón del mundo el domingo, Lionel Messi ganó por fin todos los trofeos que podía ganar, alcanzando la cima del fútbol donde salvo Pelé y Diego Maradona, muy pocos jugadores pueden disputarle el estatus de mejor de la historia.
A estas alturas, es difícil establecer comparaciones, forzosamente sesgadas. Pelé, único futbolista en ganar tres Copas del Mundo (1958, 1962 y 1970), no jugó nunca en un equipo europeo. Maradona, campeón del mundo en 1986 y finalista cuatro años más tarde, no ganó nunca la Copa de Europa de clubes, predecesora de la Liga de Campeones.
Sin embargo, Messi acumula un palmarés inmenso, casi inigualable, con un Mundial (2022), una Copa América (2021), cuatro Ligas de Campeones, una multitud de campeonatos y copas nacionales... y siete Balones de Oro.
“Messi ganó su primera Copa del Mundo, como su trayectoria lo merecía”, le felicitó Pelé (82 años) el domingo en Instagram, con un guiño a Maradona, fallecido en 2020. “¡Enhorabuena a Argentina! Diego sonríe seguramente”.