Guabirá y Universitario de Sucre fueron los primeros equipos en abrir el libro de contrataciones con rumbo a su participación en el torneo Clausura y en la Copa Bolivia, las únicas motivaciones que les queda tras quedar eliminados del Apertura.
Estos equipos, eliminados de la fase final del Apertura, comenzaron con sus entrenamientos y con la planificación para el segundo semestre, adelantándose a los demás elencos, entre los cuales están los ocho que compiten por llegar a la semifinal y al resto de planteles que quedaron fuera de la competencia.
Los Diablos Rojos de Montero presentaron el fin de semana al mediocampista ofensivo Diego Martín Alaniz, de nacionalidad uruguaya, que firmó contrato por un año. El refuerzo de 29 años de edad se sumó a los entrenamientos con una hora de vida futbolística que expone su paso por Real Oviedo (España), Argentinos Juniors (Argentina), Chapecoense (Brasil), Morelia (México) y Manta FC (Ecuador), por mencionar algunos.
El presidente de los azucareros, Rafael Paz, mencionó que este es el primer refuerzo de los dos extranjeros que llegarán para el equipo. “Vengo a dar l mejor, es mi primera experiencia en Bolivia y quiero dejar una buena impresión”, declaró Alaniz.
Este lunes, la “U” de Sucre anunció la contratación del lateral boliviano, Joel Fernández, de 23 años, pedido por el entrenador Adrián Romero, dentro del plan de reordenamiento en las filas estudiantiles. La anterior semana, fueron desvinculados un puñado de diez jugadores para reducir la plantilla que bordeaba a los 40 futbolistas.
Tras la conclusión de la fase de grupos del torneo Apertura, la dirigencia de la “U” quedó preocupada, porque el elenco concluyó en el fondo de la tabla acumulativa con 16 puntos, en zona de descenso directo de categoría. El objetivo en el segundo semestre es salir del fondo.
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