El Real Madrid, tras ganar el pasado domingo al Barcelona y arrebatarle el liderato, no supo consolidarlo en el "Benito Villamarín" ante el Betis, que se mostró superior (2-1) y que se rehabilitó ante su afición tras una larga racha de malos resultados.
El equipo de Zinedine Zidane enseñó una mala imagen en Sevilla, pese a que defendía el liderato en este tramo final de LaLiga Santander y, pese a que quiso reaccionar en el tramo final, no supo hacerlo ante el buen nivel exhibido por los verdiblancos, que irán el domingo al derbi en el "Sánchez Pizjuán" ante su eterno rival, el Sevilla, con otra cara.
El conjunto de Zinedine Zidane había madurado desde la tarde del sábado que la agónica victoria del Barça sobre la Real Sociedad (1-0) hacía que los azulgranas recuperaran provisionalmente el liderato que perdieron el pasado domingo en el Bernabéu con la derrota por 2-0.
Al Real Madrid no le valía ni el empate en Sevilla para recuperar la privilegiada posición y necesitaba la victoria para ponerse otra vez un punto por encima del eterno rival.