
Un juez federal brasileño ordenó ayer el cierre provisional de todas las instalaciones, estadios y gimnasios que Río de Janeiro construyó para los Juegos Olímpicos, que organizó en 2016, debido a que carecen de las respectivas licencias que atesten su seguridad.
El juez Eugenio Rosa de Araújo, titular del decimoséptimo juzgado federal de Río de Janeiro, acató una petición del Ministerio Público para prohibir provisionalmente cualquier tipo de actividad en las instalaciones deportivas hasta que la Alcaldía regularice su situación, informaron voceros de la Procuraduría.
La medida se extiende a las siete instalaciones agrupadas en el Parque Olímpico de Barra de Tijuca, que incluye el Velódromo, el Parque Acuático, la Arena Olímpica de Río y el Centro Olímpico de Tenis, y a las nueve del Parque Olímpico de Deodoro, en donde se disputaron, entre otras, las competiciones de piragüismo slalom, hípica, tiro y BMX.