
Las escasas pilotos presentes en el Dakar quieren creer que su participación va a "ayudar" a la causa de las saudíes, frente a la polémica suscitada por la organización del "rally" en Arabia Saudita, un reino ultraconservador acusado de violar derechos humanos y de reprimir a las militantes feministas.
Solo eran 11 sobre un total de 557 inscritos en Yedá, a orillas del mar Rojo, para el inicio de la prueba, una cifra algo inferior.