El español Carlos Sainz (Mini) confirmó ayer su candidatura a ganar su tercer Dakar con el triunfo en la tercera etapa que lo pone líder de la carrera que se disputa en Arabia Saudí, en un día en el que Fernando Alonso (Toyota) quedó cuarto y demostró que puede correr casi al ritmo de Sainz.
Sainz tuvo una jornada redonda por primera vez en el “rally” tras dos etapas en las que el madrileño había demostrado que está en forma para luchar por la victoria pero pequeños percances le habían hecho perder un tiempo valioso, como ayer martes, cuando se dejó diez minutos.
Esta vez hiló fino en la última parte de la etapa, una sucesión de caminos y cañones donde era muy fácil perderse, pero su copiloto Lucas Cruz acertó en todo, con la estrategia de "correr despacio".
El campeón del Dakar en 2010 y 2018 le sacó esta vez tres minutos y 31 segundos al catarí Nasser Al Attiyah (Toyota), quien antes de comenzar la competencia ya había anticipado que el madrileño iba a ser su gran rival en esta nueva edición del mayor “rally” del mundo.
Sainz, que sumó su trigésimo tercera victoria de etapa en sus trece participaciones en el Dakar, tiene a Al Attiyah en la general a casi ocho minutos, después de que el catarí fuese sancionado con tres minutos por no dejarse adelantar por el español. Con esa decisión, Alonso pasó de la quinta a la cuarta plaza de la etapa.