El primer rali Dakar en Arabia Saudí arranca hoy, domingo, con Fernando Alonso como el centro de atención de todas las miradas, pendientes del debut del primer campeón de la historia de la Fórmula 1 que se atreve a correr la competencia más duro del mundo.
La presencia de Alonso ha dejado casi en segundo plano el nuevo escenario del Dakar, que tras once años en Sudamérica llega a Arabia Saudí, donde la organización ha pedido a los participantes no mostrar mensajes políticos ni realizar muestras de afecto en público para no contravenir las conservadoras costumbres locales.
La expectación sobre el asturiano es máxima al pilotar un Toyota Hilux, el coche ganador del último Dakar y tener de copiloto al pentacampeón del rali en motos Marc Coma, quien pondrá al servicio del asturiano toda su experiencia en navegación.
"La expectación siempre va a estar ahí porque vivo con ella. Mi vida es estresante en ese sentido porque siempre se espera mucho de mí", dijo Alonso.
Sin embargo, sus opciones de victoria son reducidas al tratarse de su primera experiencia en el raid frente a rivales de la talla del vigente campeón, el catarí Nasser Al Attiyah, que pilota el Toyota Hilux, el mismo coche de Alonso, y es el principal favorito para volver a ganar.
"Este es otro mundo. Tengo que aprender mucho todavía antes de ser súper competitivo", comentó Alonso