Bolivia afila sus armas de cara a la próxima Copa América pero demostró ayer que todavía está lejos de poder plantar cara a la Francia de Griezmann y Mbappé, que no necesitó su mejor versión para vencer con holgura (2-0) en el partido amistoso que los enfrentó en Nantes.
Nunca antes se habían enfrentado Bolivia y Francia. Y para ese estreno ante la campeona del mundo, el seleccionador Eduardo Villegas apostó por un once titular que debería parecerse mucho al que presente en Brasil para la Copa América.
Mientras, los franceses lucieron también sus mejores galas, con un equipo muy joven (24 años de media) y Griezmann como el más veterano de los titulares, a sus 28 años.
Pese a ser conscientes de su inferioridad, los bolivianos no salieron al estadio de la Beaujoire a encerrarse y presionaron la salida de balón francesa, lo que dejó grandes huecos para las carreras de las balas francesas.
El arquero Carlos Lampe demostró por qué es una de las estrellas de este bloque, al impedir varios goles cantados de los "Bleus" y hacer que el resultado fuese mucho menos abultado de lo que podía haber sido.
Los franceses salieron en tromba desde el primer minuto, dispuestos a poner sus relojes en hora después de una larga temporada antes de sus partidos de clasificación para la Eurocopa 2020 contra Turquía y Andorra.
La prueba es que en el minuto cinco ya habían conseguido adelantarse en el marcador, gracias a una gran conducción de Griezmann, que vio llegar a Lemar solo por la izquierda. Tuvo tiempo de controlar el balón dentro del área y sortear a Lampe con una bonita vaselina.
Los todavía compañeros en el Atlético de Madrid, que no han disfrutado de una temporada brillante, mutaron una vez más al enfundarse la camiseta de su país y fueron, con diferencia, quienes más peligro llevaron al arco boliviano.
Tras una nueva ocasión gala, que Castro logró salvar bajo palos, Bolivia comenzó a reaccionar y sentirse más a gusto sobre el césped. El balón duraba más tiempo en su poder y sus hombres de mayor calidad, como Justiniano y Chumacero, podían combinar.
Sin embargo, seguían sin crear ninguna ocasión y Francia se lo hizo pagar de nuevo en el minuto 43, con un gol de Griezmann tras un barullo en el área, que supo resolver con una mezcla de picardía y técnica.