Suiza se clasificó para el Mundial de Rusia después de empatar 0-0 en Basilea ante Irlanda del Norte, que no pudo remontar el 0-1 del partido de ida tras chocar de nuevo contra Ricardo Rodríguez, héroe del cuadro helvético después de salvar un gol cantado en el tiempo añadido.
El lateral izquierdo del Milán fue el verdadero protagonista de los dos partidos. Si en el primero marcó el gol de la victoria de Suiza, en el segundo y decisivo salvó bajo los palos un remate de Jonny Evans que podría haber mandado la eliminatoria a la prórroga. Sin duda, sus dos actuaciones fueron decisivas.
Irlanda del Norte tenía un reto de proporciones inmensas después de perder el duelo de ida. Necesitaba "el milagro de Basilea" para llegar a un torneo en el que no participa desde México 1986. Desde entonces, se ha perdido todos los grandes campeonatos con excepción de la pasada Eurocopa de Francia.