El delantero internacional portugués del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, declaró ayer lunes en el Juzgado de Instrucción número 1 de Pozuelo de Alarcón como investigado, negó haber ocultado nada o evadido impuestos y evitó a la prensa entrando y saliendo por el garaje.
Hora y media duró la declaración del delantero portugués ante la jueza Mónica Gómez Ferrer, titular del juzgado al que acudió como investigado por una denuncia de la Fiscalía por supuesto fraude fiscal de 14.7 millones de euros.
Rodeado por una gran expectación mediática, con dos centenares de periodistas de 15 países y 40 cámaras de televisión dispuestas ante la puerta principal del edificio del juzgado, Ronaldo entró a las 11:00 horas y comenzó a declarar media hora después.
Noventa minutos de declaración en los que el futbolista no requirió intérprete y contestó tanto a su abogado como a la jueza, y a los representantes de la Fiscalía y la Abogacía del Estado.