Terrorismo, hinchas violentos y manifestaciones. Esas son las principales preocupaciones para las fuerzas de seguridad rusas en esta Copa Confederaciones.
Una semana que comenzó con, al menos, 1.750 personas detenidas en protestas en todo el país culminará con los primeros partidos del torneo que sirve como un ensayo para la Copa del Mundo. Y Rusia está obligada a demostrar que puede albergar un campeonato seguro.
Los estadios tendrán seguridad de máximo nivel, similar a los aeropuertos.