
Un tanto de Antoine Griezmann a cinco minutos del final del derbi madrileño castigó la especulación del Real Madrid cuando se sentía ganador gracias a un testarazo de Pepe y vio a su rival justo físicamente, que acabó reaccionando con los cambios de Diego Simeone y dejando al Barcelona como líder provicional.
Fue un duelo con ritmo de final y máxima tensión, sintiendo media Liga en juego el Real Madrid y la posibilidad de bajar del liderato a su eterno enemigo para los atléticos y afianzarse en la tercera plaza. Más frescos físicamente los de Zidane pero especuladores en el esfuerzo final mirando el calendario. Luchando por estar a la altura en lo físico los de Simeone, siempre bien posicionados y con una fe que les condujo al premio del empate.
El respeto marcó el inicio. No hubo salida en tromba madridista, ni agobios para controlar de inicio rojiblancos. El encuentro dibujaba sus trazas tácticas, con poca movilidad de la "BBC" (Bale-Benzema-Cristiano) que obligaba a aparecer a los laterales pero Carvajal y Marcelo tenían más respeto del habitual, con miedo de caer en la trampa de Simeone.