
La humildad y el pundonor son la carta de presentación del corredor boliviano Danny Nogales, quien en base a esfuerzo y dedicación se ha ganado el respeto y la admiración de la afición nacional que lo vio ayer martes, emprender un nuevo reto en la segunda parte del rali Dakar 2017.
El competidor corre en la categoría “Marathon” sin apoyo de mecánicos, equipo de respaldo, vehículos de auxilio ni asistencia médica particular. En su mayor parte, los pilotos están acompañados de casas rodantes y apoyo mecánico especializado. Nogales va solo.
Es la segunda participación del cochabambino que, desde su primera incursión, ha mantenido el perfil bajo. Prefirió que sus logros hablarán por él. Volvió a la carrera más dura del planeta decidido a tomarse la revancha, pues en la edición 2016 tuvo que abandonar en la novena etapa de la competición por mandato de los organizadores que argumentaron que iba muy rezagado.
"Se viene lo más duro. Se viene lo que más he temido, donde me han sacado el año pasado, pero hay que afrontarlo con valor y con toda la destreza que uno tiene", manifestó ayer el piloto al canal estatal tras finalizar la primera parte del especial.