
Lewis Hamilton y Nico Rosberg ni siquiera se dan la mano.
Los pilotos de Mercedes, con el título de Fórmula Uno en la línea, mostraron ayer su espíritu competitivo al ignorar la solicitud de los fotógrafos "para ponerse de pie y estrecharse las manos" antes de su conferencia de prensa previa al Gran Premio de Abu Dabi.
En su lugar, ambos metieron las manos en sus bolsillos antes de tomar asiento para responder a las preguntas.
Un Hamilton que busca defender su cetro y un Rosberg en pos de su primero se niegan a ceder terreno antes de la carrera del domingo.
Rosberg tiene una ventaja de 12 puntos y es el favorito para asegurar el campeonato. Necesita únicamente finalizar entre los tres primeros, incluso si Hamilton obtiene el triunfo, para coronarse.
"Eso no me va a hacer ir más rápido, ponerme a pensar en lo que podría o no suceder", dijo el alemán, quien ha quedado segundo detrás de Hamilton las últimas dos temporadas. "Es la tercera vez que el título se define hasta el final. Ahora estoy más relajado".