
En su regreso a Primera, el Alavés asaltó el Camp Nou y ganó, por 1-2, al campeón de Liga, el Barcelona, un equipo que ayer fue poco reconocible, no solo por alinear un once lleno de no habituales, sino también por la falta de identidad en su juego.
Salió el Barza sin Messi ni Luis Suárez y con una alineación que empezaba y acababa con dos debutantes: Cillessen, en la portería, y Alcácer como '9' de referencia.
Y, en poco minutos, el Alavés demostró por qué no ha perdido todavía esta temporada y solo había encajado un gol -en el Calderón- en las dos primeras jornadas del campeonato.
Pellegrino armó un once con una línea de cinco y otra de cuatro hombres defendiendo muy atrás y envió un avisó a su excompañero Luis Enrique: si el Barza quería ganar hoy en el Camp Nou tendría que derribar un muro.
Los azulgranas, aunque recuperaban rápido y no dejaban salir al Alavés, se enredaban en el monumental atasco que los jugadores rivales creaban en su línea de tres cuartos.
El Alavés inquietó más con mucho menos. Un tiro inocente de Ibai Gómez, cerca del cuarto de hora, dio la bienvenida a la Liga a Cillessen, a quien Dyeverson fusiló veinte minutos después para poner el 0-1.
El exazulgrana Kike Femenía se inventó un centro magistral, Deyverson se adelantó a Mascherano en el primer palo y remató de primeras para llevar el desasosiego a las gradas del Camp Nou.
Mathieu cabeceó a gol un saque de esquina para igualar el choque al minuto de la reanudación.
Luis Enrique no lo vio claro y sacó a Messi a falta de media hora, pero otra pifia de Mascherano la aprovechó Ibai para hacer el 1-2.