
El campeón inició la defensa del título con un contundente victoria (6-2) ante el Betis en el Camp Nou, un escenario que Leo Messi convirtió ayer en el sitio de su recreo para divertir al público y divertirse él mismo goleando y asistiendo a sus compañeros, entre ellos Luis Suárez, autor del primer triplete de la temporada.
La versión más lúdica de la “Pulga”, a quien se vio disfrutar como un niño, apareció desde los primeros compases del partido, y al Barza se le puso el choque rápidamente de cara. Tan pronto como el crack de Rosario entró en contacto con el balón.
A los seis minutos, Messi hizo uno de sus milimétricos cambios de juego para Jordi Alba, que entró como un puñal por el carril izquierdo y controló el esférico para cederlo atrás a Arda.
El turco, que parece otro en este arranque de curso después de una primera temporada gris como azulgrana, puso el 1-0 con un toque sutil que desconcertó a Adán.
Messi repitió la operación poco después, pero esta vez Luis Suárez no pudo conectar el pase de Jordi Alba. Al lateral de L'Hospitalet le ha sentado bien el fichaje del francés Digne, pero al final el Barza venció con goleada a su rival.