
Aún de fiesta tras ganar la liga local, Boca Juniors coronó una semana de gloria al vencer 2-0 ayer a Rosario Central para consagrarse campeón de la Copa Argentina.
Su segundo título en apenas unos días se lo dio un penal inexistente que luego convirtió el uruguayo Nicolás Lodeiro, al despuntar el complemento, y otro gol polémico, de Andrés Chávez sobre la hora, para que Boca se adueñara de su segunda corona, tras la que conquistó el domingo en el torneo argentino con una fecha por disputarse este fin de semana.
Lodeiro clavó el penal a los 54 minutos tras una falta de Javier Pinola sobre Gino Peruzzi. La televisión mostró que la infracción fue claramente fuera del área. Chávez aumentó de contragolpe a los 90.