El dato
En su cuenta de Facebook aparece como Julio Montoya Iporre (potosino). Puso su origen junto al nombre.
“Era tan franco que si tenía que decirte en tu cara que eras un pelotudo, te lo decía”. Así recuerda la familia Montoya a Julio, el segundo de ese nombre, que falleció este miércoles, en Buenos Aires, luego de una larga lucha contra la covid-19.
Había heredado su sinceridad de su madre, Elvira Iporre, que era el alma de toda fiesta a la que iba, y, así como arrancaba carcajadas, no se medía en adjetivos. Su paciencia para el estudio le vino de su padre, el recordado Julio Montoya Vargas, presidente de la Asociación de Fútbol Potosí, director distrital de educación y docente universitario.
Con esos genes, Julio Montoya Iporre, nacido en Potosí el 8 de mayo de 1951, estudió Medicina en la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca e hizo su año de provincia en Ocurí, en el norte potosino, donde conoció la realidad de los campesinos potosinos. Luego de titularse, en 1980, se fue a la Argentina en busca de su especialidad, pero se encontró con el destino. Decidió quedarse en Buenos Aires y allí estableció su familia.
Su especialidad era la anestesiología, pero también estudió neonatología, que ejerció como subespecialidad. En 1990 ingresó a trabajar como anestesiólogo al Hospital Nacional Profesor Alejandro Posadas donde llegó a ser jefe de servicio. Trabajó allí durante más de 27 años y formó parte de uno de los hitos de esa institución hospitalaria.
SIAMESAS
Fue en mayo de 2016. Las hermanas Luciana y Blanca Fernández, que estaban unidas por la pelvis, necesitaban separarse para llevar una vida normal. Los argentinos las conocieron mediante la cuenta que su madre abrió en Facebook a su nombre.
La familia Fernández procedía de Moreno y se puso a disposición de los médicos del hospital Posadas, entre los que se encontraba nuestro Julio. Había que separarlas, pero eso incluía seccionar algunos órganos y reconstruirlos. Era un desafío y el hospital lo asumió. Más de 40 médicos argentinos participaron en el proyecto y el único extranjero era Julio Montoya Iporre, de Potosí, Bolivia.
Al año siguiente, Julio se jubiló del Posadas, pero siguió trabajando en otros hospitales. Proyectaba volver a Potosí, y ya había anunciado su retorno, pero el virus lo atrapó en una operación. No lo soltó más. Batalló durante semanas. Estuvo más de 130 días en terapia intensiva hasta que el cuerpo se rindió y terminó dando el paso definitivo para todos los médicos, hacia el más allá.
“Sus compañeros lo recuerdan como un gran compañero, trabajador incansable, amante de los autos y las motos y uno de los maestros formadores de gran parte del equipo profesional actual”, dice parte del comunicado del hospital.
..........
Señor Lector, este es solo un reporte. La información completa está en la edición impresa de El Potosí.