
Está de vuelta y todos sabemos que viene acompañado. David Santalla y su esposa, Sandra Saavedra, volvieron a alegrar las calles potosinas ayer al anunciar la reposición de la comedia “El matriqui de la imilla”.
“¿Me voy a casar, dice?”, pregunta Salustiana cuando se le habla de la obra. La popular “imilla” es el personaje más conocido del comediante y hará nuevamente de las suyas en una pieza teatral de tres actos escrita, montada y ejecutada para hacer reír.
La obra es un homenaje a las madres bolivianas, que recordarán su día el lunes, y será presentada hoy y mañana, en función de tanda, en el Paraninfo Universitario.
No pasa desapercibido que Santalla no use el teatro IV Centenario, cuyo mantenimiento criticó en su última visita.