
El capitán del Ejército Sergio Castro Ustariz denunció desde el exilio que por lo menos durante una década se realizaron operaciones de inteligencia con fines de persecución política dirigidas por agentes, tanto civiles como militares, bolivianos y extranjeros, y que estos últimos ejecutaron acciones irregulares como secuestros, interrogatorios e incluso asesinatos.
En declaraciones al programa cruceño “Asuntos Centrales”, que conduce Tuffí Aré, Castro, quien fuera director de Operaciones Psicológicas de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (FFAA), aseguró haber participado en labores de inteligencia militar y proporcionado información sobre “operaciones”, según dijo, “ya sea en investigación o ya sea infiltrándome en los diferentes sectores, tanto de la oposición como del oficialismo (...) unos diez años que yo fui agente”.
En pasados días Juan José Zúñiga, el exgeneral que encabezó la asonada militar del 26 de junio de 2024 en la plaza Murillo en La Paz, sacó el nombre de Castro durante una entrevista y reveló que extranjeros le recomendaron asesinarlo para evitar una traición, luego de que desertara del servicio de Inteligencia de las FFAA.
Castro atendió a Asuntos Centrales desde EEUU y confirmó que no estaba en Bolivia cuando se produjo lo que hoy se conoce como el 26J, pues viajó el 2 de enero de 2024 y aterrizó dos días más tarde en Nueva York.
Apuntó a Zúñiga como la persona que dirigía dichas operaciones y actuaba de nexo entre el Gobierno y las FFAA. “...considerando que Zúñiga lleva treinta y tantos años, de sus 30 años él hizo 16 años en Inteligencia. Yo tengo 20 años en el Ejército que tuve que mandarlos al tacho, de los cuales 10 años los hice en Inteligencia”.
DEL GRUPO 300 A LOS PACHAJCHOS
“El grupo los Pachajchos en realidad era el Grupo 300 del Batallón del Comando en Jefe de las FFAA. Era un grupo que se crea el 2019 bajo la dirección del coronel, en entonces, Juan José Zúñiga Macías, el mayor Adalid Becerra como segundo comandante, y que tenían como elementos de dirección, de información a Hugo Moldez y a Luis Fernando Rodríguez Ureña. Éramos un grupo de inteligencia creado para el presidente de la República, en ese entonces Evo Morales”.
Así describió Castro el funcionamiento de los los Pachajchos. Dijo que posteriormente el mismo grupo fue ratificado en la gestión de Jeanine Áñez y que Arturo Murillo, como ministro de Gobierno, manejó el Grupo 300. “Él era el que centralizaba toda la información, quien pedía muchas acciones y muchas cosas”.
Luego, reaparece el militar del 26J. “A Zúñiga lo colocan como Jefe del Departamento II Inteligencia del Ejército y se desarticula el Grupo 300 y pasamos nuevamente a conformar la Compañía de Inteligencia del Ejército 297, acantonada en la ciudad de La Paz, dependientes del jefe del departamento, en ese entonces general Juan José Zúñiga Macías”.
Castro contó que al retornar a Inteligencia, él asumió como “Director de Operaciones Psicológicas”, una de sus especialidades.
VENEZOLANOS Y CUBANOS
Aré le preguntó acerca de la afirmación de Zúñiga de que un extranjero habría sugerido su eliminación y, esta fue su respuesta: “Lastimosamente en Bolivia las personas que dirigen las operaciones en el punto de vista de Inteligencia son los venezolanos y los cubanos. En realidad, la Inteligencia en Bolivia se divide en dos tipos: la Inteligencia central y la Inteligencia dependiente”.
Según Castro, la primera “está administrada bajo la Unidad de Búsqueda de Información”, con la jefatura de Rodríguez Ureña y bajo el paraguas del Ministerio de la Presidencia. Dijo que Rodríguez, junto con Moldiz –siendo este “asesor en ámbitos de seguridad y defensa”–, más el Director de la Agetic, conforman una estructura.
“Ellos operan con elementos extranjeros, principalmente miembros de la Inteligencia cubana que son enviados en calidad o bajo la fachada de misión diplomática en Bolivia, como fue el caso del coronel de inteligencia cubana, el embajador de Cuba en Bolivia en 2019, el ‘Gallo’ Zamora; como la coronel de Inteligencia, jefe de relaciones internacionales de Cuba, la coronel Rebeca Hernández, cubana (…)”. Mientras que “las actividades sucias, ilegales, secuestros, interrogatorios, hasta me animaría a decir asesinatos, son los venezolanos”, complementó.